Focaccia de especias para la resaca
Imprescindible en cualquier aperitivo que se precie, esta focaccia se vuelve más que especial con la intervención de las especias de nuestra Resaca
Una nuova ricetta ideata e realizzata dalla nostra Product Developer Sofia Tertzakian, di cui vi abbiamo raccontato l’affascinante percorso da medico a chef in questa intervista.
Para nosotros, la focaccia debería estar siempre en el menú, sea cual sea la estación y la ocasión. Y no debemos ser los únicos que pensamos así: viajando por Italia lo encontramos para desayunar en Liguria, para almorzar en Toscana, para picar en Las Marcas y de aperitivo prácticamente en todas partes.
Nella nostra versione troverai qualche ingrediente che magari non ti aspettavi. No, non è il miele, che serve per risvegliare e rendere più veloce il lavoro del lievito, ma le spezie del nostro Remedium n. 4 – Hangover. Curcuma, zenzero e pepe le daranno un po’ di piccantezza, ma ci sono arancia dolce, camomilla e finocchio a riportare l’equilibrio verso un gusto più delicato. Poi ci pensano limone, menta e citronella a conferire un sapore fresco e leggermente citrico.

Questa ricetta è perfetta per il periodo delle feste natalizie, o in ogni occasione in cui si beve in compagnia. Consigliamo la nostra focaccia sia per prevenire un possibile hangover, così da non bere a stomaco vuoto, sia quando l’hangover ormai è conclamato e serve un rimedio, in questo caso croccante e gustoso, ancor meglio se abbinato a una tisana, che sia calda o fredda!
Ingredientes
- 100 g de masa madre
- 500 g de harina (nosotros utilizamos una mezcla de harina integral y de tipo 1)
- 15 g de sal
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- 375 g de agua (infusionada con Hangover)
- 20 g de miel
- 1 o 2 bustine di Remedium n. 4 – Hangover
Procedimiento
- Aclaremos esto: antes de empezar el proceso recuerde alimentar el fermento de masa madre, ¡debe estar fuerte y lleno de burbujas!
- Infusione 375 gramos de agua con 1 sobre de Resaca. (Si desea un sabor más fuerte, le recomendamos que utilice 2)
- Mezcle la masa madre, el agua, la miel y la harina en un bol grande. Mezclar enérgicamente y amasar a mano. A continuación, cubra y deje reposar durante 30 minutos. A continuación, añada 10 gramos de sal y, con las manos húmedas, estire bien la masa, doblándola sobre sí misma varias veces. Déjelo reposar otros 30 minutos.
- Repita la operación de amasado al menos 2 veces más. Cada vez dejándola reposar durante 30 minutos.
- Tape el bol y deje leudar durante 2-3 horas, hasta que el volumen aumente un 50% (el tiempo puede variar en función de la temperatura ambiente).
- Añada 2 cucharadas de aceite de oliva y extienda la masa uniformemente. Tapar y dejar reposar otras 3-6 horas a temperatura ambiente o 12 horas en el frigorífico; la consistencia debe seguir siendo suave y esponjosa.
- Precaliente el horno a 220°C.
- Con los dedos, extienda la masa y haga agujeros en la superficie. Rocíe con aceite y espolvoree con una mezcla de sal y té de resaca.
- Cocer durante 25-30 minutos hasta que estén crujientes y dorados. Retire del horno y espere a que alcance la temperatura ideal.
