Kombucha: todo lo que necesitas saber sobre la bebida fermentada
La kombucha es una bebida fermentada hecha a base de té u otras infusiones y azúcar. Se produce utilizando un SCOBY (acrónimo en inglés que significa colonia simbiótica de bacterias y levaduras) conocido como la “madre de la kombucha” o “hongo del té”. Este cultivo de bacterias y levaduras vivas se presenta en forma de discos gelatinosos que tienden a flotar en la superficie del té y transforman la mezcla azucarada en kombucha. Durante la fermentación, la mayoría de los azúcares se consumen, devolviendo así una bebida gaseosa, ligeramente dulce y que calma la sed.
Debido a que la kombucha es un alimento fermentado como el yogur, el kéfir o el chucrut, es una rica fuente de probióticos , lo que significa que proporciona bacterias saludables a su intestino que ayudan en la digestión ; también es útil para reducir la hinchazón y todo tipo de problemas relacionados con los intestinos. Esta bebida funcional también es rica en antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres. También tiene fuertes propiedades antibacterianas y antifúngicas que combaten las infecciones que causan la bacteria Candida y las levaduras.
¿Cuál es el origen de la kombucha?
El origen de la kombucha está lleno de mitos e historias; los testimonios más conocidos dicen que se originó en el noreste de China , históricamente denominada Manchuria, alrededor del año 220 a. C. y fue inicialmente apreciada por sus propiedades curativas. Cuenta la leyenda que su nombre proviene del Doctor Kombu , un médico coreano que llevó el “elixir de la vida” al emperador japonés Inyoko durante sus viajes. El emperador quedó tan impresionado con la bebida fermentada que le puso el nombre del médico. En cambio, el término “cha” , que en japonés significa “té” , se añadió a su nombre tras descubrir sus propiedades estimulantes.
A lo largo de la Ruta de la Seda, la kombucha llegó a otros países asiáticos y a Rusia y Ucrania, donde se generalizó. La expansión de las rutas comerciales a principios del siglo XX permitió que esta bebida llegara a Europa, haciéndola especialmente popular en Alemania. La kombucha, considerada la panacea de todos los males, se introdujo en la década de 1990 en las primeras producciones industriales de Europa y Estados Unidos.
¿Dónde puedo encontrar kombucha?
El renovado interés por el bienestar, en particular por nuestras bacterias intestinales, ha permitido el crecimiento de este producto en el mercado, permitiéndole traspasar fronteras geográficas y de innovación. La fermentación de la kombucha no se detuvo en el té y el azúcar; de hecho, son muchas las empresas y “fermentadores caseros” que experimentan y comercializan la kombucha además de zumos de frutas, infusiones de varios tipos o utilizan otras fuentes de azúcar para la fermentación como la miel, el agave o la remolacha azucarera. Ya sea tu barra de confianza o tu amigo alquimista del sabor, la kombucha se está imponiendo cada vez más. Intenta prestarle atención.
Sin embargo, la innovación no se detiene en la bebida, pues en 2011 la kombucha, específicamente el SCOBY utilizado para su fermentación, se utilizó por primera vez para crear un tejido que la diseñadora Suzanne Lee utilizó para toda una línea de ropa . Lee, utilizando el proceso de fermentación, ha creado nanofibras de celulosa que luego toman forma en una fibra que se puede coser en la ropa. En definitiva, buena y sostenible, la kombucha está demostrando ser una bebida que vale la pena explorar y conocer.
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